Posgrado en Creación Teatral. El legado de Lecoq y la poética del movimiento

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El legado de Lecoq y la poética del movimiento, presentes en el Posgrado en Creación Teatral que impartimos en la escuela el timbal.

 

La pedagogía de Lecoq

Jacques Lecoq volvió a París, después de su aventura italiana donde se interesó por la comedia, en 1956 y ese mismo año abrió  l’École internationale de théâtre Jacques Lecoq . Desde entonces, la formación conformaría su hábitat principal de trabajo hasta su muerte.

«Es enseñando como puedo continuar mi indagación sobre el conocimiento del movimiento. Es enseñando cuando mejor comprendo cómo «eso se mueve»¡Es enseñando como he descubierto que el cuerpo sabe cosas que la cabeza no sabe todavía!. Esta búsqueda me apasiona”.

Lecoq orientó el entrenamiento de sus actores de manera que se animaran a investigar nuevas formas de actuar a las que se adaptaran mejor. Una parte importante de su trabajo de investigación actoral la dedicó al estudio de la máscara; en especial la máscara neutra; dando así primacía a la gestualidad corporal sobre la expresión verbal. Su estilo de actuación apuntó a lograr una mayor interacción con el público, un uso más completo del espacio escénico, y una prioridad de acción física por sobre la palabra.

Lecoq murió en 1999 pero de su metodología nacieron varias escuelas alrededor de todo el mundo y su programa y sus enseñanzas perviven actualmente. En una de las más prestigiosas de ellas, LISPA (London International School of Performing Arts) ubicada en ese momento en Londres (actualmente la sede esta en Berlín), fue donde se formó como actor, creador y pedagogo Roger Ribó, coordinador del programa de postgrado, así como el equipo de profesorado del Posgrado en Creación Teatral, formación de especialización impartida en la escuela el timbal.

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Un plan de estudios con garantías, una pedagogía para la creación dramática

En el segundo y último año de la Escuela de Lecoq en la Rue du Faubourg-Saint-Denis de París,   el trabajo se canalizaba hacia la creación en los territorios dramáticos principales, después de un primer año centrado en conocer la vía de la actuación a través de la improvisación y del desarrollo técnico dedicado al análisis de los movimientos. El programa de Postgrado en Creación Teatral que ofrece eltimbal combina estos dos momentos , teniendo en cuenta que los y las asistentes llegan teniendo una formación actoral sólida y habiendo superado una prueba de acceso y que, por tanto, se parte de un lugar desde donde poder asumir estos conceptos con todo el rigor en sólo un año académico.

Jouer, jugar.

El juego es una de las ideas más importantes en el trabajo de Lecoq y también de las clases de posgrado, ya que es el vector que guía la formación y el proceso creativo de los actores/atrices. El juego, además de hacer del aprendizaje un placer, canaliza tres aspectos  fundamentales en la formación del actor y es por eso que se utiliza como base didáctica de las sesiones .

  • El primero, fomentar la creatividad a través de la improvisación, acercándose a la escena desde la praxis y descartando el intelectualismo limitante.
  • El segundo, la distancia en la interpretación del personaje, pudiendo interpretar otra cosa que no sea a uno/a mismo/a al tiempo que se hay una implicación profunda.
  • La comunicación momento a momento con el espectador, pues hay que ofrecerle la interpretación, conseguir que llegue.

Observar, mimar

Además, una de las herramientas más poderosas que se aplican en la formación se consigue a través de poder observar y mimar progresivamente la dinámica de los elementos de la naturaleza (agua, fuego, tierra, aire), de las materias (papel, plástico, algodón…), de los animales, colores, luces, sonidos…Pues estas dinámicas cuando se incorporan y se hacen propias pueden ser transferidas al movimiento escénico para dar un sentido al juego teatral. Esos procesos mimodinámicos – como los denominó Lecoq– son esenciales para el enriquecimiento del juego del actor/actriz. Él mismo afirmaba: “Cuando un actor levanta un brazo, el público debe recibir un ritmo, un sonido, una luz».

Construir

Indispensable también dentro del posgrado en creación teatral, el trabajo con máscaras de comedia, ya que obliga al alumno/a a construir su presencia escénica a partir de una referencia externa que está alejada de su propia historia personal. Este proceso continúa hasta que, llegado el momento, y ya sin máscaras, los y las alumnas deben poder realizar improvisaciones donde tendrán que interpretar a varios personajes en una misma situación. Una improvisación de este tipo es «La escena del biombo», donde aprovechando la parte oculta que le ofrece el biombo, un mismo actor/actriz hace aparecer diferentes personajes. Se trata de construir un juego teatral donde los diferentes personajes se esperan, se buscan, se persiguen…. ello obliga al actor/actriz a saltar rápidamente de un personaje a otro poniendo en juego el cambio de vestuario, de voz o de la expresión corporal.

Explorar territorios

Respecto a la creación mediante la exploración de los grandes territorios, cabe decir que no se trata de reconstruir estos géneros desde el punto de vista histórico sino de buscar en ellos un estímulo que fomente la creación. Algunos de ellos son el melodrama, la comedia, el grotesco o la tragedia. Veamos sus características principales:

  • El melodrama pone en juego los grandes sentimientos humanos y se impregna de los conflictos profundos de la moral y de la justicia. Es un territorio que tiene en las miradas y en los silencios su principal vehículo de expresión.
  • La comedia humana plasma su tema vector, el instinto de supervivencia y da a los y las alumnas la oportunidad de participar de un juego dramático llevado al límite, donde desplegar todos sus recursos físicos y la utilización imaginativa de los objetos.
  • De la tragedia al grotesco: El grotesco implica la elaboración de cuerpos marcadamente artificiales, de bufones, de personajes cuyo motor dramático se fundamenta en burlarse de las convicciones más arraigadas en la sociedad. Estos tienden a subvertir las situaciones, a retorcerlas, a imponer una lógica inversa, buscan lo insólito, la deformación de lo cotidianamente asumido. En las tragedias, el coro se trabaja como elemento esencial, como cuerpo colectivo, como «una especie de célula que puede adoptar diferentes formas según la situación en la que se encuentre». Como elemento orgánico que es, el coro puede ponerse en acción a través del proceso mimodinámico con el que se modela la presencia de un personaje. La dinámica del coro y la utilización que éste hace del espacio y del tiempo prepara la aparición y balancea la presencia del otro gran protagonista de la tragedia: el héroe o la heroína.

Encontrar la propia voz creadora

Como conclusión lógica del trabajo realizado, el posgrado finaliza con la elaboración de proyectos escénicos personales que se presentan en un espacio teatral.

Aunque la formación responde a un impulso por crear un teatro en el que prima el aspecto visual y las cualidades del movimiento escénico, las creaciones que salen se caracterizan por una gran diversidad. Precisamente, si recuperamos las palabras de Lecoq, esta diversificación en las formas creativas de sus alumnos/as revela el fin primigenio y último de su escuela, esto es «la realización de un nuevo teatro de creación».

Para poder acceder al programa del Posgrado en Creación Teatral, es necesario superar una prueba de acceso.

Si quieres ser uno/a de los elegidos/as para este próximo curso, puedes informarte de lo que debes preparar aquí.
También nos puedes llamar al 933 027 347 o venir a visitarnos y ver las instalaciones.

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Fuentes:

Lecoq el cuerpo poético
Lecoq Theatre of movement and gesture
El arte del actor en el s XX, B. Ruiz