CUATRO ACTRICES, CUATRO EXPERIENCIAS EN EL PLAN DE FORMACIÓN ACTORAL, ESTUDIOS PROFESIONALES DE TARDE

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O como Lucía, Sara R, Nerea y Sara L llegaron a la formación teatral de el timbal.

 

Decidirse a empezar una formación teatral no es fácil.

Implica compromiso y nuevos hábitos, además de ponerse a prueba en algo nuevo o que requerirá nuevos aprendizajes y logros.
En la escuela de teatro e interpretación el timbal vemos estos procesos de toma de decisión a menudo, especialmente en estas fechas y es por eso que queremos compartir cuatro experiencias con vosotros de cuatro actrices y ex-alumnas del Plan de Formación Actoral que hicieron un recorrido profesional en el timbal. Ahora, son actrices que comienzan- de forma prometedora- su carrera profesional.

Todas ellas venían de lugares diferentes y con experiencias previas diversas, así que confiamos en que las preguntas que les hemos hecho y sus testimonios puedan ser interesantes para aquellas personas que se planteen iniciar una formación actoral. Para nosotros, ha sido emocionante y un orgullo leerlas.

El Caso de Lucía

 

¿Cómo llegaste al Plan de Formación Actoral?

Empecé haciendo teatro en un centro cívico, pero al cabo de un tiempo me di cuenta de que estaba muy motivada y quería dedicarle más tiempo y aprender más. Así que, me animé, visité unas cuantas escuelas de teatro que me iban bien, puesto que trabajando es complicado encontrar una formación que se ajuste a tus horarios, y me repetía mucho que «nunca es tarde» (a ver si a fuerza de repetirlo me lo acababa creyendo). Cuando llegué a El Timbal me pareció una escuela muy cercana, noté que era un lugar acogedor  y que tenía muy buena atención con los alumnos así que enseguida me decidí.

¿Qué recuerdas de los años de formación en el timbal?

Fue una etapa increíble. Éramos un grupo muy intenso y con muchas ganas de aprender, a veces nos frustrábamos cuando vemos que no entendíamos cosas que otras si estaban entendiendo pero, cuando hacías el «clic», la sensación era superemocionante. Creo que ha sido la etapa de mi vida en la que más he hecho y al mismo tiempo más energía he tenido porque era muy enriquecedor todo lo que íbamos descubriendo. Todas compartíamos las ganas de hacer teatro y hacerlo lo mejor posible y todos los profes nos han tratado siempre con mucho cariño y nos han ayudado a llegar más allá a cada una de nosotros sin juzgarnos. Es un lugar donde puedes encontrarte muy a gusto, muy familiar. La visión de el Timbal me ha hecho entender, también, el teatro como un arte muy diverso, donde pueden convivir múltiples sinergias y donde todo el mundo puede tener cabida si tiene ganas de aprender, es maravilloso.

¿Qué queda de ti hoy en día de esa experiencia?

Me quedan unas amigas maravillosas (mis excompañeras) y un montón de ideas en la cabeza, que poco a poco se van materializando, y nunca hubiera pensado que me empoderaría tanto como, no sólo para atreverme a estudiar teatro de forma profesional, sino en llevar a cabo mis propios proyectos. Creo que este empujón también debo agradecerle mucho a mis profes por haberme animado y acompañado. Y las ganas de seguir formándome como actriz.

¿Por qué recomendarías cursar el Plan de Formación Actoral?

Lo recomiendo mucho, sobre todo a quien piensa que ya va tarde. ¡Que nunca es tarde! Estoy muy satisfecha de mi formación y también de dónde he llegado, así que cualquiera que le apasione el teatro podrá encontrar un lugar donde respetarán sus particularidades para acompañarle a encontrar su camino como artista.

¿Alguna anécdota, recuerdo o simplemente algo que te gustaría compartir sobre tu paso por la formación en el timbal?

Diría que nos hemos quedado con un lenguaje «timbalero» fruto de compartir la misma metodología y es muy gracioso cuando trabajas con otros actores y les hablas de los «cinco sonidos» que  aprendimos con Roger Ribó, o ser agua (de las clases de Olga), o de la plasticidad de los objetos, de la poética de las pausas… y te miran con cara de no entender nada… y lo que cuesta que lo entiendan. En cambio nosotras enseguida conectamos con lo que queremos decir. Esto es gracioso.

El caso de Sara R

 

¿Cómo llegaste al Plan de Formación?

Después de realizar la formación de prácticas teatrales en la misma escuela, Montse , que era mi profesora, me explicó el plan de estudios. Me pareció muy completo y profesional. Pero yo acababa de terminar el bachillerato y la selectividad, tenía clarísimo que quería dedicarme al teatro, y lo primero que hice fue presentarme a las pruebas del Institut del Teatre. Las suspendí. En ese momento todo se me derrumbó, lo veía como un fracaso personal pero Montse me animó a continuar, así que me matriculé en el Plan de Formación. Ahora, años después, me siento súper afortunada de que mi camino fuera aquél: haber podido formar parte de ese grupo de actrices maravillosas y haber recibido esa magnífica formación han hecho de mí la actriz que soy ahora.

¿Qué recuerdas de los años de formación?

Recuerdo, sobre todo, el grupo. Yo era la más pequeña, y la mayor tenía más de 30 años, ¡que desde mis 18 eran muchos!. Ir a clase era juego, como siempre, pero ahora también era profesionalidad, madurez y motivación. Ellas me hicieron crecer con valores preciosos y me hicieron entender el valor del esfuerzo. El grupo estaba muy vivo y era muy fuerte.

¿Qué queda de ti hoy en día de esa experiencia?

Muchos conocimientos teatrales. Pasamos por muchas cosas que en su momento no cobraban sentido por ser las primeras veces que las trabajaba, pero que ahora son pilares importantísimos en mi vida profesional. Y sobre todo me quedan las compañeras, con las que no hemos perdido el contacto.

¿Por qué recomendarías cursar el Plan de Formación?

Porque es una formación muy completa y muy bien sintetizada para poder formarte de forma profesional sin tener que renunciar a trabajar o estudiar otras cosas. Y por la calidad del profesorado: profesionales muy formados, con mucha experiencia y con mucho talento para sacar el potencial del alumno. Profesorado muy motivado que hace que la escuela sea casa, un sitio de seguridad y respeto.

¿Alguna anécdota, recuerdo o simplemente algo que te gustaría compartir sobre tu paso por la formación?

Recuerdo mucho el día que teníamos que presentar en el teatro unas escenas que llevábamos meses preparando y ensayando con muchísimo esfuerzo. Empezó el espectáculo y en la primera escena se fue la luz. Primero las compañeras que estaban en escena siguieron, porque ya se sabe, «the show must go on!» pero al momento sonó la alarma y tuvieron que desalojarnos, a nosotros y al público!! Había habido un incendio en un edificio de la misma calle del teatro. Imaginaos….La pena que sentimos, la impotencia y la rabia de no poder mostrar nuestro trabajo fue enorme, pero nos unió muchísimo como grupo y aún tuvo más valor el día que, finalmente, las pudimos mostrar.

 

El caso de Nerea

 

¿Cómo llegaste al Plan de Formación?

Después de haber hecho un año de iniciación con Montse, por sincronía las personas que formábamos ese grupo, resonamos muy bien y como teníamos ideas de lunáticos y ganas de más teatro pedimos que queríamos una formación de tardes y he aquí el Plan de Formación Actoral. A.k.a lo mejor que me pudo pasar en aquellos momentos. Me permitió combinar la carrera que estaba haciendo y estudiar interpretación simultáneamente, de forma profesional. Puedo decir, con mucho orgullo, que formé parte de la primera promoción del programa de estudios profesional de tardes!!

¿Qué recuerdas de los años de formación?

Aprender mucho. No sólo a nivel teatral y los conocimientos que implica este mundo. Sino un aprendizaje profundo de compartir la desnudez que es mostrarte haciendo teatro.

¿Qué queda de ti hoy en día de esa experiencia?

Un anclaje muy fuerte, una antes y después. El teatro como herramienta de transformación es de las verdades más absolutas que me llevo.

¿Por qué recomendarías cursar el Plan de Formación?

Recomiendo estudiar en el Timbal, en sí!! Sea el Plan de Formación Actoral o lo que sea. Pero para ser concreta, si alguien le interesa mi opinión, diría que el Plan de Formación te permite combinar otros estudios, como ya he dicho, y fue para mí un descubrimiento y una libertad muy grandes.

¿Alguna anécdota, recuerdo o simplemente algo que te gustaría compartir sobre tu paso por la formación?

Pensar en eso ahora mismo, ¡me pone con un estado de melancolía bastante grande! Alucino cómo pasa el tiempo y la gran fortuna que tuve viviendo esos dos años de formación. Me llevo muchísimas cosas que escribiéndolas no llegaría ni a la mitad, pero sólo quiero nombrar, que pude descubrirme en aquellos años gracias al equipo de profesionales que forman el timbal y gracias a las compañeras que tuve. ¡Viva el teatro ahora y siempre!

El caso de Sara L

 

¿Cómo llegaste al Plan de Formación?

Había regresado a Barcelona después de un año transformador viviendo en México. Readaptarme a la ciudad no estaba siendo fácil…me quedaban algunas asignaturas para terminar la carrera de Antropología pero más allá de eso no tenía demasiado claro lo que quería hacer.

Y aquí es donde interviene el destino. Era una mañana de septiembre y me dirigía al nuevo trabajo que había encontrado unas semanas antes en una escuela junto a la plaza Tetuán. Cojo la calle Roger de Flor y me encuentro “El Timbal”. ¿»El Timbal»?, hacía unos años había hecho un curso de iniciación en aquella escuela pero entonces estaba en la calle portal de Ángel. Paro ante la escuela, me gustaría volver a hacer teatro, voy con tiempo, entro, pregunto por las formaciones, salgo, el martes empiezo un curso de interpretación nivel medio.

Efectivamente, el martes siguiente, empecé ese curso de interpretación ya partir de entonces mi pasión por las artes escénicas fue haciéndose más y más grande. Fue entonces cuando en mi interior empecé a sentir que realmente quería seguirme formando en la disciplina pero de una manera más intensiva y profesional. Un día, hablando con Mónica, mi profesora de aquel curso, le transmití ese deseo que se iba haciendo cada vez más intenso y ella me habló del Plan de Formación Actoral. Lo cierto es que parecía una formación hecha a medida por mis intereses ya la vez mi disponibilidad. Así que, después de meditarlo, decidí emprender la aventura, hice las pruebas de acceso y las superé.

¡El Plan de Formación Actoral había llegado a mi vida!

¿Qué recuerdas de los años de formación?

Tengo tantos recuerdos… Las compañeras que acabaron siendo amigas que todavía conservo y con las que compartes una experiencia única. Los profesores y profesoras que son grandes profesionales y que te ayudan a sacar lo mejor de ti incluso cuando tú no eres ni consciente de lo que puedes llegar a hacer. Las clases que eran islas de creatividad, aprendizaje y cuidados. Y las muestras… toda la adrenalina, la culminación de un proceso, el compartirlo con los que te quieres, el pensar justo antes de salir al escenario “¿Quién me mandaba a mí meterme en esto? ” y el pensar justo al terminar “¡Qué suerte que un día decidí meterme en esto!”.

¿Qué queda de ti hoy en día de esa experiencia?

Ha sido para mí una de las experiencias más transformadoras y relevantes de mi vida. En primer lugar a día de hoy hago de profesora de teatro de niños, un trabajo en el que disfruto y en el que me gustaría continuar.

Por otro lado, en mí quedan tantos aprendizajes… yo no sería la que soy si no hubiera cursado estos estudios. Hoy soy una persona mucho más segura, con capacidad para hablar en público y disfrutarlo cuando antes me era imposible.

También siento que tengo unas herramientas muy valiosas para expresarme creativamente y para mí esto es un refugio y un tesoro vital.

¿Por qué recomendarías cursar el Plan de Formación?

Lo recomendaría por ser transformador. Tengo 30 años y nunca he parado de estudiar y sin duda alguna el Plan de Formación ha sido el mejor de todos los estudios que he hecho, el que más me ha aportado y me ha marcado.

También quiero mencionar que es ideal para aquellos que no tienen tanto tiempo como para realizar el Ciclo Formativo de Grado Superior ya que de una manera más condensada tienes una formación muy completa.

Finalmente me gustaría enviar un mensaje a aquellas personas que vienen de estudios que nada tienen que ver con el mundo de las artes escénicas, como fue mi caso. Si realmente siente que quieres hacerlo, aunque te descuadre con lo que proyectabas de ti antes de enamorarte del teatro, hazlo. Te cambia la vida e incluso quizás encontrarás formas de poder unir las dos disciplinas.

¿Alguna anécdota, recuerdo o simplemente algo que te gustaría compartir sobre tu paso por la formación?

Recuerdo que después de la última clase de la formación nos quedamos todas las compañeras en el aula. No sabíamos ni que decir. ¿De verdad que ese viaje se estaba acabando? Pusimos música muy fuerte en el altavoz y nos pusimos a bailar como hacíamos en las clases de cuerpo. Luego algunas empezamos a llorar. Al final todas llorábamos. Llorábamos de emoción. Porque se acababa, porque lo habíamos vivido, porque había sido extremadamente transformador, y emocionante y bonito…

 

Si tú también quieres formarte y crecer como intérprete y creador/a, infórmate aquí de la prueba de acceso. el timbal, escuela de interpretación en barcelona.