Por qué deberías empezar hoy mismo clases de teatro y interpretación en el timbal

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La oportunidad que nos brinda hacer clases de teatro y estudiar interpretación

 

Hacer clases de teatro, estudiar interpretación, nos da la oportunidad de actuar, de accionar. De ensayar. De equivocarnos. De sentir nuestra vulnerabilidad y no esconderla. De exponernos. De jugar. De superar prejuicios, vergüenzas y  egos. De hacer las cosas de otra manera, de probarnos en situaciones con las que soñamos. Y también en las que tememos. De descubrir posibilidades. De superarnos. De expresarnos libremente. De reír, llorar, gritar, bailar, saltar y de poder ser, durante esos momentos, como nos de la gana, asumiendo nuestra espontaneidad y responsabilidad.  Nos empuja a desenmascarar a las diferentes formas en las que nos limitamos y escondemos. Nos reta a hacer algo distinto. Nos da la alegre oportunidad de compartirlo con otras personas y de ofrecerlo llenos/as de entusiasmo al público.

 

El teatro, al fin y al cabo,  no es más que  un juego al que estábamos acostumbrados a jugar de pequeños/as y que ahora, a menudo, nos cuesta  recuperar, pues nos alarma la idea de explorar los límites que como personas adultas nos hemos fijado. En la formación de Interpretación Inicial de los Cursos Regulares de el timbal, nuestro objetivo como profesores/as es que los y las participantes puedan recuperar  esa espontaneidad, esa alegría, esa energía y vitalidad , entregándose al juego . Y lo conseguimos, día a día, curso a curso.

 

En las clases vemos jugando a personas que en su vida cotidiana se dedican a otros quehaceres (médicos/as, profesores/as, informáticos/as, estudiantes de arquitectura, de abogacía, gente está preparándose para entrar al mercado laboral en algún área que no tiene nada que ver con el teatro….) y comprobamos que el juego tiene un valor liberador, con independencia de la edad y de la profesión o tipo de vida de estas. Porque , al final, jugar a ser otro, a ser otra,  es poder tener la ilusión de ser cualquier cosa, pues se crea en un espacio donde las reglas son muy distintas a las de la vida adulta y cotidiana. Por suerte.

 

herramientas del teatro en el timbal

Las herramientas del teatro: el juego, el cuerpo, el movimiento, el espacio, el grupo.

 

El juego nos sitúa  en un lugar intermedio entre la realidad y la fantasía. Y en el teatro, el juego es nuestro aliado principal.  El niño/a que juega a ser un león, un astronauta o mamá, asume el papel de los personajes que admira, que ama, que teme, y los actúa en el espacio externo mediante una forma, unos movimientos, unas actitudes. A la vez, esas acciones externas impactan internamente y provocan un nuevo movimiento, que poco a poco hará que surja una nueva expresión. Existe un ir y venir entre el espacio interno y el espacio externo. A veces, después de jugar, las personas nos sentimos más vivas y enérgicas, a pesar del cansancio físico que conllevan algunos ejercicios. El juego posibilita la expresión espontánea y liberadora y facilita el vínculos con los otros. Descansamos un poco de nosotros/as mismos con la idea de que estamos jugando y desde allí nos relacionamos más libremente.

 

El cuerpo es el medio expresivo del actores/actrices , la expresión de lo que somos a través de la materia. Las clases de teatro en el timbal permiten el despliegue de la expresión corporal (y vocal), la experiencia del cuerpo , aquí y ahora. Los diferentes personajes que van saliendo amplían nuestro registro corporal. Las posibilidades de expresión van apareciendo y nos van transformando. Nos permiten salir de nuestra mecanicidad expresiva, de la conocida. En el cuerpo además existe una sabiduría que no viene de lo racional, y nos ayuda a conectar con esa otra parte, más instintiva, lejos de los discursos en bucle mental sin salida.

 

Pero hablar del cuerpo es también hablar de movimiento. Moverse implica conocer el mundo en acción. Durante la infancia, el movimiento va ligado a la curiosidad  y el descubrimiento , al interés por el espacio , al despliegue de emociones, al juego y al universo imaginario. Cuando hablamos de movimiento también consideramos su otra cara, la del descanso. No actuar, no movernos, estar presentes, no hacer de más y sentir la propia existencia.  En el escenario, además, el nivel de conciencia se ve amplificado. El actor/actriz tiene que ser consciente de sí mismo/a, de su rol y del de los otros actores/actrices, además del espacio físico del escenario y del espacio de ficción.

 

El teatro se hace en grupo. El grupo de teatro tiene un asunto en común más allá de la individualidad, una tarea  en común (obra, ensayo, ejercicio). Eso implica poder tomar una sana distancia de lo propio para dedicarnos a ella en cuerpo y alma . Las personas que llegan a las clases, no pocas veces, sienten bloqueos o experimentan miedo a hacer el ridículo, a fracasar. Nosotros/as sabemos bien, como profesionales docentes, que para poder empezar a hacer es necesario crear un espacio idóneo y seguro, a pesar del miedo o la vergüenza. Además, también sabemos que sólo cuando hay un mínimo de confianza en uno/a mismo/a se pueden empezar a asumir pequeños riesgos. Por ello, al principio empezamos con ejercicios más fáciles, de menor implicación y exposición, para desde esa plataforma ir dando pasos más allá de donde cada uno/a está. El teatro, citando a D. Donnellan,  “nos provee de un marco seguro dentro del cual podemos explorar situaciones peligrosas desde la comodidad de la fantasía y de la protección del un grupo”.

estudiar interpretació a el timbal

Ya lo decía Shakespeare

 

El teatro siempre ha tenido relación con lo humano. William Shakespeare en su obra “Como gustéis” escribe que el mundo entero es un teatro y nosotros/as, humanos,  comediantes que representamos muchos papeles a lo largo de nuestra vida.  Augusto Boal dice algo similar cuando afirma que todos somos el teatro, que nuestras relaciones se estructuran de forma teatral, que hacemos teatro en el escenario y en nuestra vida. La diferencia, afirma Boal, es que “cuando salimos al escenario se acaba la mentira y empieza la verdad”.

 

Además, evolutivamente, el gusto por actuar y ser vistos nos acompaña desde siempre: basta con observar a  los niños/as pequeños/as o escuchar a alguien contar una experiencia vivida para notar que el teatro está en nosotros/as. La experiencia teatral tiene una relación imprescindible con las emociones, con las actitudes, con la sociedad.

 

Hay mil maneras de definir lo que es el teatro. Konstantín Stanislavski sostiene que el teatro es “creado por fuerzas humanas y refleja fuerzas humanas a través de sí mismo”. Peter Brook comienza su libro “El espacio vacío” , diciendo “Un hombre cruza el escenario mientras otro lo mira, y eso es teatro”. Sea como fuere, el teatro es un acto engendrado por contactos entre las personas. El actor /la actriz es alguien que se transforma para hacerse real en el mundo de ficción, y el público asume esta convención que le es propuesta al levantarse el telón. Y como espectadores/as vamos al teatro a que nos cuenten cuentos, a soñar juntos, a suspender por un rato la incredibilidad y entrar en la realidad de ficción. Esta es la magia del teatro. Hacer teatro significa imaginar, soñar, probar…Y en las clases de interpretación en la escuela el timbal lo vemos continuamente.

hacer teatro en el timbal

Y por si aún tienes dudas…..

 

Diez cosas a las que hacer teatro en el timbal te ayudará seguro

 

  1. A gestionar la timidez y acostrumbrarte (¡incluso disfrutar!) de saberte observado/a.

 

  1. A conectar con tu cuerpo y mejorar tus habilidades psicomotrices, mediante ejercicios de expresión corporal donde  se potencia el uso del cuerpo como herramienta de trabajo. Re encontrarse con el propio cuerpo es condición ineludible para cualquiera que se comprometa con la expresión y con el autodescubrimiento.

 

  1. A mejorar tu comunicación , a través de práctica y recursos que te ayudarán a salir airoso/a de las presentaciones en público y poder generar impacto en tu audiencia.

 

  1. A mejorar en las habilidades en las relaciones con los demás y a crear vínculos genuinos con los y las compañeras de clase.

 

  1. A mejorar tu autoestima y la seguridad en uno/a mismo/a, recibiendo el feed-back y el calor del público y de los demás participantes, en un entorno lúdico y seguro.

 

  1. A ampliar tu visión del mundo, acercándote a personajes y situaciones que nunca habrías imaginado.

 

  1. A volver a jugar, desarrollando tu imaginario y evadiéndote durante un par de horas, de la rutina o los problemas cotidianos para conectar con la diversión y la curiosidad.

 

  1. A sentirte liberado/a para poder ser lo que quieras ser, eliminando barreras personales y estructuras marcadas por nuestro rol en la sociedad adulta.

 

  1. A conocerte y aceptarte. El teatro implica conocerse ya que ya que las herramientas con las que se trabajan son el propio cuerpo y la propia voz y descubrir las propias potencialidades desde el respeto y el cariño a uno mismo y a los demás.

 

10.- Y lo mas importante: a las cosas que descubrirás tú mismo/a. Haz tu inscripción AQUÍ y ven a comprobar tú mismo/a por qué hacer teatro en el timbal puede ayudarte a sentirte más feliz y alineado/a con quien eres.

 

 

Boal, Juegos para actores y no actores

Brook, El espacio vacío

Donnellan, El actor y la diana

Dubatti, J Historia del actor

Fernández ; Montero; El teatro como oportunidad

Martin, A. Manual práctico de psicoterapia Gestalt

Stanislavski. El trabajo del actor sobre sí mismo